CHEQUEOS MÉDICOS

El 11 de marzo del 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el Coronavirus se había convertido en una Pandemia. En ese preciso momento el confinamiento en los hogares y diferentes medidas de prevención se instalaron con más dureza a lo largo del globo. Esto llevó a suspender agendas, trabajos, clases y también chequeos médicos. El personal de salud se dedicó casi en exclusiva a tratar a los afectados por el COVID-19 y a las cuestiones médicas de urgencia. Se instó a prorrogar controles de salud que no fueran esenciales y utilizar medidas alternativas como video consultas, entre otras.

Los meses pasaron, la Pandemia no cesó y la gente, poco a poco y con mucho retraso, empezó a retomar controles. Sin embargo, los datos a hoy alarman: según diferentes encuestas el sistema sanitario aún no puede normalizarse y los turnos se dan con bastante retraso (producto básicamente de que muchos consultorios y personal médico están abocados a la tarea de COVID). Esto lleva a que la gente siga postergando sus controles anuales, también por miedo al contagio. ¡En síntesis la GENTE ESTÁ DEJANDO SUS CONTROLES ANUALES DE LADO!

Numerosas entidades de renombre, entre ellas Fundación Favaloro, Hospital Italiano, Hospital Privado Universitario de Córdoba y el Hospital Universitario Austral notan esta merma y coinciden en la alarmante disminución de las cifras en cuanto a consultas y chequeos médicos; en nuestro país y a nivel mundial.

¿Qué recomendaciones dan los organismos oficiales? ¿Cómo podemos cuidarnos del COVID sin dejar los controles y chequeos anuales olvidados? La Dra. Vanesa Zsauter, Coordinadora Médica de Experta Seguros, reconoce, como profesional de la Salud, que esta situación es preocupante ya que incide directamente sobre la detección precoz de distintas patologías. “Si bien la frecuencia con la que una persona concurre a una institución de salud depende de múltiples factores, desde el comienzo de la pandemia y por miedo al contagio la gente abandonó chequeos y consultas aún con la aparición de ciertos síntomas. En el caso de las mujeres, solo por citar un ejemplo, se redujeron el 70% los controles ginecológicos, según datos del Hospital Universitario Austral, lo que implica consecuencias graves”, detalla.

Cabe destacar que antecedentes familiares tales como hipertensión, diabetes, enfermedades cardíacas, respiratorias, digestivas u oncológicas, entre otras, implican la necesidad de realizar consultas y/o chequeos periódicos. Como así también la existencia de enfermedades crónicas, el consumo de tabaco, alcohol y el sobrepeso u obesidad.

Por último, no podemos dejar de hacer mención a los pacientes que han tenido COVID ya sea en forma moderada o grave. En estos casos es necesario realizar seguimiento clínico por posibles secuelas. “Si bien no está estandarizado y vamos aprendiendo a medida que avanza la pandemia, es el médico con enfoque multidisciplinario, quien definirá e indicará en cada paciente la realización de controles y estudios correspondientes a cada caso”, concluye Zsauter.