TU DÍA DE TELETRABAJO

TU DÍA DE TELETRABAJO

Cerca de tu Negocio  -  09/04/2021

Después de 1 año de pandemia, donde para muchos el Home Office ya es norma, cómo organizarnos y evitar el burnout.

Para muchos trabajadores, sobre todos aquellos que realizan tareas en oficinas, el Home Office es una norma hace ya más de 1 año. Y si bien el modelo híbrido (que mezcla virtualidad con presencialidad) ya se está dando en algunas compañías, muchas hoy no tienen prevista la vuelta. Es más, hace poco tiempo el gigante Google anunció que hasta septiembre del 2021 seguirán de manera remota. Y cuando la crisis sanitaria finalmente cese, este modelo seguirá porque ha demostrado que funciona. Por eso es clave, repensar dinámicas, establecer hábitos y rutinas nuevas y organizarse para ganar en productividad y salud.

Mi trabajo en Google consiste en asesorar a otros para que aprendan a usar su tiempo de la forma más eficiente posible. Cuando trabajo desde casa, mis estrategias de productividad son aún más importantes, ya que no sigo la rutina ordinaria de un día en la oficina, como los trayectos al trabajo, la asistencia a reuniones o los encuentros casuales con los compañeros. Al instalar la oficina en casa, tienes que aprender una rutina totalmente nueva”, explica Laura Mae Martin, Executive Productivity Adviser Google, y comparte en varios artículos sus reglas de oro para un teletrabajo eficiente.

 

  1. Identificar qué tipo de trabajador eres y resolver cómo actuar. Lo primero que dice la especialista es que en el Home Office hay dos tipos de trabajadores a los cuales llama: maratonistas o velocistas. Los primeros son aquellos solteros o que viven en pareja, pero sin hijos y que con este nuevo escenario han ganado tiempo. ¿Por qué? No viajan más para llegar a la oficina o no asisten a eventos sociales. Han ganado 2 a 3 horas al día. Tienen más tiempo, pero eso no significa que no se agoten más, porque trabajan más y casi sin pausas, les cuesta establecer un horario y llegan al final del día cansados. Y luego, están los velocistas, padres con hijos rodeados de días de zooms, entradas y salidas a los colegios, interrupciones, etc. Su tiempo es escaso y tienen que aprovecharlo a toda velocidad. Viven a mil. Es importante saber qué tipo de trabajadores tenemos en nuestros equipos y coordinar con ellos en los horarios más convenientes.
  2. Planificar el día a día. Es clave pensar con anticipación como planificar y estructurar las horas de trabajo dentro del hogar. Una opción es sistematizar los días, y para explicar la sistematización la especialista hace una analogía con las comidas: si todos los días miramos la heladera 3 a 4 veces al día para ver qué hacer de comer perdemos tiempo y nos estresamos. En cambio, si hacemos un menú y sabemos que el lunes comemos pollo, el martes pastas… es mucho más simple. Lo mismo se da con el trabajo, podemos sistematizarlo: lunes, responder cosas que hayan quedado de la semana anterior; martes, nuevos proyectos; miércoles, reuniones de equipo…También sugiere tomarnos un tiempo al final del día anterior para repasar y planificar lo del día siguiente. Así, al dejarlo plasmado nos iremos a dormir más tranquilos y a la mañana siguiente no perderemos tiempo revisando los pendientes. Iremos directo al foco. También sugiere definir nuestro momento biológico óptimo: algunos somos mejores a la mañana, otros por la tarde. En Google utilizan un planificador donde cargan hora por hora en que estiman usar su tiempo, incluso completan los tiempos de ocio para que el equipo pueda verlos también y respetar esos tiempos de los demás. Trabajar en casa no significa estar trabajando constantemente. Hay que poner límites de horarios.
  3. Anticiparse el burnout. El año pasado fue muy duro y todos, en mayor o menor medida, experimentamos un agotamiento profundo. Laura explica que es mejor anticiparse al burnout que resolverlo y sugiere para eso tener un momento para uno en el día. Una zona segura que nos permita tener energía, estar enfocados e incluso ser más creativos el resto del día. Ella lo llama “Laura 30 minutos” y son los 30 minutos exclusivos para ella (antes que se despierte su hija pequeña) donde no mira computadora, ni celular. Hace algo para ella como tomar un café, meditar, o leer. Y se los toma diariamente. Si por alguna circunstancia no puede a la mañana, lo hace a la hora de la siesta, pero ningún día deja de hacerlo.
  4. Designar el espacio donde vas a trabajar y dónde no. Es fácil caer en la tentación de abrir la computadora en la mesa de la cocina o el living, o sentarte en el sillón con la notebook sobre la falda y trabajar desde ahí. Pero hay que entender que tener una habitación, un espacio, una mesa y una silla específica donde “vamos” cada día a trabajar contribuye a que nuestro cerebro identifique ese sitio (los olores, las vistas y los sonidos) con la actividad laboral. También es importante determinar los lugares donde no van a trabajar. El espacio físico dificulta o simplifica el trabajo, no hay que olvidarlo.
  5. Aceptar la nueva realidad: el nuevo trabajo permanente. El modelo de home office o híbrido llegó para quedarse. Debemos corrernos del lugar de estar haciendo algo transitorio o mientras tanto… Aceptar esta realidad nos va a permitir organizarnos mejor, evaluar nuestros horarios más productivos y nuestras rutinas. También es importante apoyarse en la tecnología y las herramientas, y elegir las que mejor van con nosotros.

 

 

Fuente: Google Blog.

TE RESULTÓ INTERESANTE?

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (No Ratings Yet)

Contenido Relacionado

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *