BIOINDIVIDUALIDAD

Empezamos a comer bien, pero a la semana lo dejamos. Arrancamos con el gimnasio, el primer mes vamos todos los días y luego, abandonamos. Una amiga nos comenta que probó una nueva técnica de meditación que es fabulosa y le sirvió para bajar sus niveles de estrés, intentamos aplicarla, pero no logramos sus mismos resultados. ¿Qué podemos hacer para sostener hábitos profundos que sabemos que nos hacen bien? ¿Cómo encontrar aquellos que funcionan con nosotros? Según explica Stephie Bacque, Health Coach y fundadora de Poké & Roll, cuidar nuestra salud depende de nosotros. “El hecho de mantenernos saludables implica no solo alimentarnos de manera adecuada, sino que es muy importante realizar actividades en casa y mantenernos en movimiento. Durante este último año tuvimos ciertas limitaciones en nuestro desplazamiento por lo que es imprescindible buscar una hora del día en que nos ejercitemos: puede ser desde HIT hasta yoga o caminatas y estiramientos en casa para personas adultas o con menos movilidad. ¡Lo importante es poner al cuerpo en movimiento! Hacer actividad física nos ayuda también a la salud mental ya que aliviana el estado de estrés celular, favorece nuestro estado de ánimo y el sueño nocturno profundo; factores claves para esta etapa del año en el que ya llevamos mucho tiempo de incertidumbre lo cual nos genera estrés, cambios de humor y a eso se le suman cambios de hábitos principalmente en los horarios de sueño”, comienza a explicar la especialista. Y agrega que para el manejo de la ansiedad y variantes en el estado de ánimo es clave mantenernos hidratados y acompañados por una alimentación saludable.

 

Bacque comparte algunos tips sobre hábitos saludables fundamentales para lograr bienestar:

 

1. Al despertarnos no debemos chequear el celular sino abrir una ventana para que nuestra retina absorba la luz natural. Sería ideal utilizar lentes “blue blockers” para reducir el efecto de la luz azul proveniente de nuestras computadoras y celulares durante el día y la noche.
2. Tomar un vaso de agua tibia con limón en ayunas. La vitamina C es uno de los primeros nutrientes que agotamos cuando sometemos la mente y el cuerpo al estrés y el limón podría ayudar a recomponer el déficit. Es rico en potasio, estimula la función del cerebro y los nervios y además ayuda a controlar la presión sanguínea.
3. Crear una postura positiva y estar presente aquí y ahora a través de la meditación. Si no estamos acostumbrados a meditar podemos ver meditaciones guiadas en redes sociales o en YouTube.
4. Tener una botellita de agua siempre a mano e intentar beber cerca de 2 litros en el correr del día.
5. Observar nuestra postura mientras trabajamos. Muchas veces ponemos la computadora en la mesa y esto hace que nos encorvemos. Una buena opción es utilizar un elevador o una pila de libros para que podamos acceder al teclado sin tener que curvar nuestra espalda y forzar nuestras cervicales.
6. Debemos recordar levantarnos y estirar o caminar cada 1 hora ya que solemos estar mucho tiempo en la misma postura cuando estamos tanto tiempo en un mismo lugar.
7. A la hora de la cena, comer alimentos livianos para poder conciliar mejor el sueño. Optar por más verduras.
8. Dejar de lado las tecnologías al menos 1 hora antes de dormir e intentar retomar la lectura.
9. Aprovechemos el tiempo en casa para cocinar nuestra propia comida y experimentar con distintos alimentos y superalimentos que podamos incorporar a nuestra rutina. Ejemplos claves: Aloe, Clorofila, cúrcuma, granada, wheat grass, pimienta cayena, carbón activado, matcha, chía, jengibre, café verde y varios más dependiendo de cada individuo. “Una de mis bebidas favoritas, ideal para esta época y con muchos beneficios es el Iced Golden Latte. Lleva leche de coco, cúrcuma, pimienta negra, canela, extracto de vainilla, hielo y Stevia”, detalla.

 

PASO A PASO

Queremos cambiar y hacemos todo ya. Craso error. No podemos incorporar muchas cosas a la vez y sostenerlas. El cambio tiene que ir de a poco, sin prisa, pero sin pausa.  Para Bacque es clave que entandamos que siempre que queramos incorporar en nuestra rutina actividades o nuevos alimentos para convertirlos en hábito debemos ir de forma paulatina. “En el afán de intentar hacer cambios radicales, nos emocionamos y esta adrenalina y ganas de cambio no llegan a convertirse en hábito ya que se desvanecen con la misma rapidez que con la que aparecieron”, asegura.

Por último, la especialista recalca un punto muy importante al momento de hacer cambios en nuestros hábitos: BIOINDIVIDUALIDAD. ¿Qué es esto? Es entender que todos somos diferentes y que lo que sirve para uno, puede no resultar para otro. “Todos y cada uno de nosotros tiene gustos distintos, alergias, patologías y hasta complexión diferente. Es por esto por lo que cada uno de nosotros debe conocerse y acudir a profesionales para saber qué es bueno para uno. Los alimentos, tratamientos y actividades varían dependiendo de varios factores. Abracemos nuestras diferencias, apreciémoslas y tengamos esto en cuenta cuando pensamos en introducir suplementos, complementos, distintos alimentos, actividad física, etc. en nuestra rutina”, concluye.

 

Más información: @stephiebacqueok