TIEMPO DE DESCONEXIÓN

¿Qué pasa si nos escuchamos? ¿Por qué es importante conectar con eso que pasa en nuestro interior? Según explica Austral, conectar con lo que pasa en nuestro interior a veces puede ser una buena experiencia y otras, puede ser difícil. En el trajín de lo cotidiano, muchas veces encontramos excusas para no pensar en eso que nos angustia, nos preocupa, nos cuesta resolver. “Escucharse siempre abre el juego a poder hacer algo con eso que nos pasa. Y eso es una gran oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida, aunque no sea fácil atravesar el camino que nos lleve a esa verdad”, explica.

TECNOLOGÍA, OCIO Y DESCONEXIÓN

La conexión tecnológica forma parte de nuestro día a día. Nos atraviesa. Tomamos el celu y tenemos todo ahí. Nuestro trabajo, nuestra socialización… ¿Cómo poner un corte? ¿Cómo desconectarse de la tecnología? ¿Hay que ponerlo? “Es interesante pensar la conexión tecnológica en relación con la función que cumple en la vida de cada uno. Porque ‘estar enchufados’ a la pantalla no siempre es lo mismo que estar ‘conectados’. Si lo pensamos, la tecnología, en estos tiempos tan difíciles y extraordinarios, nos ayudó a sostener lazos. Entonces, pensaría en ‘dejar atrás’ la conexión alienada, para aprovechar las posibilidades de encuentro, presencial o virtual, con los otros”, argumenta Austral.

En cuanto al ocio, cese del trabajo, nuestro tiempo libre, es muy necesario. Los artistas lo señalan como fundamental y necesario para la creación, para estimular y desarrollar la creatividad. Pero, sin embargo, en este mundo que nos impone ser productivos a toda hora, pareciera que no hay lugar para pensar en nada. Y esto es un craso error porque es justamente desde ese ocio donde a veces encontramos nuevas respuestas, nuevas ideas, nuevos proyectos. “Permitiéndonos algo del orden del ‘dejarse llevar’, muchas veces encontramos formas, nuevamente, de escucharnos con más profundidad. Estamos acostumbrados a la inmediatez, a lo instantáneo y a la velocidad…  el ocio puede ser una oportunidad para darnos una pausa, ir un poquito más lento y abrir perspectivas”, explica la licenciada. 

Por último, Austral vuelve a la idea de escucharnos como eje central para encontrar, cada uno, lo que más nos sirve, lo que más nos ayuda a sentirnos bien, en plenitud. Y para eso no hay moldes. Cada uno disfruta a su modo y si nos damos el permiso de hacer eso que nos hace bien, sin dañar a otros y sin ponernos en riesgo a nosotros mismos seguro nos vamos a sentir mejor.