Cada vez más valiosas en los entornos laborales.
¿CUÁLES SON LAS MÁS VALORADAS?
Hay varias habilidades blandas que fomentan nuestro desarrollo personal, pero sin duda hay algunas que sí o sí es importante que los colaboradores adquieran –en caso de no tenerlas– y que puedan potenciarlas para sacar los mejores resultados.
PENSAMIENTO CRÍTICO. Tan escuchado estos últimos tiempos y tan importante. Se trata de poder analizar, evaluar y cuestionar la información de manera lógica. Poder tener fundamentos de lo que decimos, sin dar nada por hecho. En definitiva, poder explorar diferentes perspectivas, analizar y así poder fundamentar.
RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS /PROBLEMAS. Atado a la habilidad anterior. Solo quien es capaz de analizar, evaluar y estudiar todas las aristas y situaciones va a poder encontrar soluciones innovadoras para cada situación compleja o desafío que se presente.
COMUNICACIÓN EFECTIVA. Somos seres que nos valemos de la comunicación para la interacción con los otros. Por lo tanto, la claridad y la empatía comunicativa son claves. Debemos ser claros, sin hacer sentir mal o lastimar a los otros. Esto aplica para todos: miembros de los equipos, clientes, etc.
ESCUCHA ACTIVA. Escuchar con atención plena lo que el otro tiene para decir. No se trata de oír, sino de escuchar con todos los sentidos. Es una habilidad comunicativa que nos permite lograr mayor entendimiento y empatía con quien habla.
ADAPTABILIDAD Y RESILIENCIA. Los cambios son constantes y, por lo tanto, nuestra capacidad de adaptarnos a ellos es fundamental. La resiliencia es una capacidad esencial en este contexto para poder recuperarnos de las dificultades, contratiempos o cosas que no salieron como queríamos.
CREATIVIDAD. Sin dudarlo el desarrollo de la creatividad es una habilidad que no podemos dejar de potenciar. Tenemos que impulsar continuamente la generación de nuevas ideas y enfoques innovadores. Pensar ‘fuera de la caja’.
INTELIGENCIA EMOCIONAL. Desarrollar nuestra inteligencia emocional nos permite poder reconocer y gestionar nuestras emociones y las de los demás y, por lo tanto, poder empatizar y construir relaciones sólidas y sostenibles.
LIDERAZGO EMOCIONAL. Según el Foro Económico Mundial, el liderazgo emocional es una de las diez habilidades principales del panorama laboral futuro. El liderazgo emocional es la influencia y gestión efectiva de los estados emocionales de los miembros de un equipo por parte de su líder. Es un enfoque centrado en las personas y en cómo nos relacionamos con el objetivo de promover los mejores resultados. El liderazgo emocional se basa en conocer, gestionar y regular las emociones propias y las del equipo.
POTENCIARLAS Y ENTRENARLAS EN EL EQUIPO
Al fomentar el desarrollo de estas competencias emocionales los colaboradores están más preparados para enfrentar los desafíos del contexto actual. Además, construyen red y equipos más cohesionados y adaptables. Lo primero que hay que hacer es realizar una evaluación entre los miembros del equipo para ver cuáles son las habilidades que deben ser fortalecidas. Para esta evaluación podemos valernos de encuestas, entrevistas y evaluaciones de desempeño. Una vez que tenemos esto listo hay que desarrollar un plan de acción. Puede ir desde un plan de capacitación, pasando por mentorías o coaching, hasta talleres. ¿La clave? Es el aprendizaje continuo, un feedback constructivo, trabajo en equipo y motivar el camino del autoconocimiento de cada colaborador.