HABILIDADES “NO TAN BLANDAS”

HABILIDADES “NO TAN BLANDAS”

Cerca de tu Negocio  -  08/06/2022

Por qué son claves en el mercado laboral de hoy.

Hace varios años venimos hablando de la importancia que tiene contar con profesionales que puedan desarrollar sus “habilidades blandas” en los distintos ámbitos laborales y equipos de trabajo. Pero sin duda, el nuevo perfil de profesionales en el marco de la transformación digital potenciada por la pandemia nos volvió a poner en agenda este tema, repensarlas y sumar otras. Pero ¿qué son las habilidades blandas? ¿Para qué son importantes?  ¿Y cuáles son hoy las más importantes? Según explica Cecilia Rodríguez Casey, licenciada en Psicología y directora de la consultora Rodríguez Casey & Asociados, en este contexto crítico que algunos llaman postpandemia queda claro que las habilidades que antes llamábamos blandas hoy tendríamos que renombrarlas ya que poco tienen de blandas. La resiliencia una de las principales habilidades que vino a recordarnos la fortaleza que tenemos los seres humanos frente a situaciones adversas, inesperadas e incluso de dolor y de pérdida. Nos reconocimos más fuertes de lo que creíamos, hemos crecido y nos hemos fortalecido al atravesar una crisis sin precedentes similares en las últimas décadas. “Esta crisis aceleró la necesidad de la digitalización, por lo que todos nos vimos empujados a aprender lo que no sabíamos para afrontar nuestro día a día laboral o de estudio e incluso para realizar trámites sencillos que pasaron a ser únicamente remotos. Aprender y desaprender todo tipo de cosas es una habilidad que también se hizo necesaria y será cada vez más requerida, ya que este mundo volátil, incierto, ambiguo y complejo no dejará de ser así”, argumenta.


NECESIDAD ACTUAL

Cómo explica Casey, estar atentos al cambio y poder anticiparlo dando respuestas más creativas e innovadoras ya no está reservado para unos pocos. Necesitamos repensar todo y sobre todo repensarnos a nosotros mismos, reflexionar, encontrar nuestro propósito y redescubrir lo que necesitamos para lograr bienestar, pero no desde una mirada individual sino colectiva. Las ‘habilidades humanas’ como las llama Casey son las principales y las que todas las personas deben desarrollar, sobre todo los líderes. Es importante lograr una buena comunicación y conexión con el otro. Y para ello podemos tomar el abanico de habilidades que el psicólogo Daniel Goleman explica desde el modelo de inteligencia emocional y que abarca a la empatía, la motivación, las habilidades sociales, la autoconciencia y el autocontrol.Todas esas características se convierten en comportamientos que diferencian a las personas y las hacen mejores”, asegura Casey.

Las habilidades humanas y todo lo vinculado al pensamiento crítico y reflexivo, como la innovación, la flexibilidad y la capacidad de aprender toda la vida son fundamentales para el desarrollo de carrera e indispensables si queremos convertirnos en líderes e incluso pensando en el autoliderazgo. “Podemos ser muy buenos en nuestra capacidad técnica, pero para trabajar con otros, crear nuevos servicios, vender, negociar o resolver conflictos necesitaremos otras habilidades”, afirma la especialista.

Ante esta necesidad innegable: ¿cómo debe ser el proceso de incorporarlas? ¿Qué rol cumplen las organizaciones? Casey manifiesta que para el desarrollo de cualquier habilidad primero debemos conocernos más. Saber de dónde partimos y hacia dónde vamos. Para poder tener conciencia de nosotros mismos es mandatorio poder profundizar en nuestras fortalezas y oportunidades de mejora, las cuales van cambiando a lo largo de la vida. Luego, debemos querer cambiar algo o desarrollar algo nuevo. “Sin motivación no hay cambio ni aprendizaje”, afirma. En cuanto a las organizaciones, su rol puede ser el de facilitadoras y ofrecer oportunidades de crecimiento, no solo dando cursos tradicionales sino gestando mejores líderes que acompañen en este camino a sus colaboradores. Según dice el propio Goleman, hoy se requieren líderes coach y visionarios.


EQUIVOCARSE Y APRENDER

El aprendizaje cuesta y, a veces, duele ya que casi siempre implica desaprender algo. Cuando nos entusiasmamos en el camino del desarrollo no podemos parar de aprender, pero a veces se requiere un trabajo interno que apunte a la flexibilidad y a tomar el error como algo natural del aprendizaje. “A veces algunas culturas organizacionales y algunas personas no se llevan bien con el error y obstaculizan el aprendizaje que siempre implica equivocarse” afirma.

También hay que darle foco al trabajo colaborativo. Si trabajamos en equipo y contamos con varias miradas sobre temas críticos podemos minimizar el error en situaciones que podrían resultar riesgosas. En cambio, si la cultura organizacional es individualista y culpabiliza el error se dedicará a buscar quien lo cometió y castigarlo. Un camino para nada próspero.

 

BUENAS PRÁCTICAS PARA TU ORGANIZACIÓN

  • Trabajar el liderazgo
  • Sumar coaching
  • Repensar procesos y darle más importancia al bienestar de todos los colaboradores
  • Humanizar culturas y políticas que a veces resultan burocráticas
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