¿CONOCÉS EL BOOTSTRAPPING?

Sin duda el financiamiento es una de las cuestiones más complejas que debe enfrentar cada pyme. No bien empieza su proyecto los recursos no siempre son fáciles de conseguir y, a su vez, el riesgo y la incertidumbre llevan a no elegir a los inversores o a los prestamos como medio de financiamiento para el proyecto. También, a veces, las situaciones puntuales de coyuntura económica y social hacen que tampoco haya demasiada inversión. Ante esta realidad, una técnica de financiamiento conocida como bootstrapping puede ser un camino válido y favorable para muchos. ¿Qué es el bootstrapping y qué propone? ¿Todos pueden aplicarlo? Según explican los especialistas hacer bootstrapping es financiarse con recursos propios, emprender con técnicas que están al alcance como ahorros y facturación de la empresa. Y si nos remontamos a los albores de la empresa incluso los recursos físicos y tecnológicos disponibles. El término tiene su origen en la palabra anglosajona Bootstrap que se refiere a la tira o alzada de la parte trasera que tienen en general las botas y que permite ayudarnos a calzar. En definitiva, cuando hablamos de empresas es levantarse con recursos propios.

VENTAJAS Y CONTRAS

Cómo toda herramienta de financiación tiene sus cosas positivas y otras con un tinte no tan optimista. Pero que no quepa duda: es una excelente opción para ciertos momentos.

Entre las ventajas podemos señalar que se tiene el control completo de la compañía sin influencias externas, minimiza los riesgos y enseña hábitos inteligentes de gastos que se podrán aplicar en todo momento. Además, es una forma de autosuficiencia para las empresas y les permite mantener el foco en el objetivo profesional y ayuda a validar el proyecto desde su concepción.

Por el lado de las contras, el crecimiento del negocio puede verse limitado o ser más lento de lo que se tenía previsto. Tenemos que ser conscientes, que al elegir bootstrapping como forma de financiación tendremos que disminuir las expectativas a corto plazo y que la concreción de objetivos será más paso a paso. Por otro lado, tendremos que conseguir generar ingresos lo antes posible, quizás no con nuestro producto o servicio final pero sí con cuestiones ligadas, por ejemplo, consultoría de la especialidad.

Algunos consejos a la hora de elegir este método:

1. Facturar ahora, ya. Encontrar la forma de empezar a generar recursos económicos para ir nutriendo el capital. Vender desde antes de tener el servicio o producto final listo.
2. Capacitarse. Utilizar el tiempo para aprender todo lo relativo al emprendimiento y de todas las áreas del negocio: marketing, comunicación, ventas, e-commerce, logística, contabilidad, habilidades comerciales, programación, diseño, recursos humanos, oratoria, redes sociales, etc.
3. Conseguir apoyo. Pasantes que puedan colaborar y sumar su entusiasmo y en contrapartida ofrecer un trabajo para la universidad, etc.

El mundo del financiamiento nunca es simple y cada elección tiene sus ventajas y contras. Siempre hay que evaluar todas las opciones y ver cuál es la que se ajusta más a la necesidad puntual del momento.