ARTICULACIONES

Sabemos que están ahí, que forman parte de nuestra anatomía, pero ¿somos conscientes para qué sirven las articulaciones del cuerpo? ¿Su importancia? Según explica Rodrigo Mamberto, kinesiólogo, fisiatra, osteópata y responsable de Ciclos Kinesiología y Rehabilitación, las articulaciones nos permiten movernos, desplazarnos, caminar, saltar, correr, respirar, todo tipo de movimientos sin los cuales no hubiéramos podido sobrevivir como especie. Tamaña función. Y claro, entonces, que hay que cuidarlas y muy bien. “En el cuerpo humano las articulaciones son tejidos anatómicos que posibilitan la unión de dos o más huesos, permitiendo la movilidad del sistema musculoesquelético. Hay diferentes tipos de articulaciones en el cuerpo humano o clasificaciones para agruparlas: según su movilidad pueden ser diartrosis (muy móviles), por ejemplo, el codo; anfiartrosis (con poco movimiento), por ejemplo, el pubis; sinartrosis (sin movimiento) como por ejemplo las suturas craneales, aunque bajo la visión osteopática existen pequeños movimientos de expansión y retracción entre los huesos del cráneo”, detalla el profesional.

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EQUILIBRIO EN TODO MOMENTO

El cuerpo humano es tan complejo como maravilloso y necesitamos un equilibrio armónico en todas las funciones corporales. “Si bien el desgaste articular se da de manera natural con el correr de los años, podemos remarcar que tanto el sobreuso como el sedentarismo nos afectan y mucho”, explica el profesional.

¿Qué quiere decir sobreuso? Cuando cargamos a la articulación con más del uso recomendado. Este sobreuso genera un mayor desgaste. Para graficarlo y comprenderlo el especialista pone como ejemplo a una persona que juega al tenis 4 veces por semana. Además, explica que esta situación empeora más si no se realiza una preparación física acorde. “Si no se entrena la flexibilidad, la fuerza muscular y si no se acompaña la actividad con una buena alimentación, descanso, etc., el envejecimiento articular se acelera”, detalla.

En la vereda opuesta se encuentra el sedentarismo que también impacta y mucho en las articulaciones. ¿Por qué? Porque trae otros problemas asociados como el sobrepeso, la falta de flexibilidad y fuerza que también terminan perjudicando la salud articular.

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¿QUÉ PASA SI NO CUIDAMOS LAS ARTICULACIONES?

Con el correr del tiempo el desgaste va erosionando el cartílago articular y disminuyendo su grosor. “A medida que se va perdiendo la capa de tejido cartilaginoso comienza a friccionar el tejido óseo, que además de no estar preparado para esta función, es un tejido que se encuentra ricamente inervado, es decir, que nos duele. Se van produciendo inflamaciones y el dolor puede llegar a ser intolerable. Y lamentablemente el cartílago no se regenera. Por eso, la importancia de cuidarlo”, detalla Mamberto.

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PARA TENER EN CUENTA

Como dijimos al principio, el desgaste articular se da con el paso del tiempo y a partir de los 40 años es cuando empezamos a sentir más su desgaste si no hicimos un camino de cuidados desde temprana edad. Si bien no podemos ir contra el desgaste natural, podemos mitigar su impacto realizando actividades que nos hagan bien y hábitos que contribuyan en este sentido, como mantener una rutina saludable y equilibrada, respetar los tiempos de descanso entre esfuerzos y cuidarnos del sobrepeso para evitar cargas excesivas sobre las articulaciones. “A su vez hay que ser conscientes del estado muscular ya que este influye directamente en el equilibrio articular. Si la articulación es inestable se genera mayor desgaste; de hecho, hay músculos profundos que son un poco ‘los guardianes’ de este equilibrio y le brindan estabilidad. También hay estabilizadores pasivos como los ligamentos”, explica. 

Además, el especialista menciona otro factor en la ecuación: el tono muscular. “Podemos inferir que, a mayor tono menor flexibilidad articular, que nos generará mayor compresión de las articulaciones. De ahí la importancia de realizar actividades como Yoga o stretching que nos entrenan en este aspecto y también en la relajación mental que influye sobre el tono”, detalla.

Está claro que no podemos actuar sobre los factores genéticos de cada persona, pero seguir estos consejos en cuanto a la práctica de ejercicio, la alimentación y los hábitos de la vida nos va a ayudar a conservar nuestras articulaciones de mejor manera para nuestra vejez.

Para terminar, les dejamos una pregunta: ¿Se imaginan no poder mover los codos, rodillas, muñecas o la cadera? Claro que no. Por eso, cuidar nuestras articulaciones es la mejor inversión que podemos realizar hoy.

Más Información: @cicloskinesiologia